Electricidad y la competencia
Editorial Tuesday, October 29th, 2013
La propuesta de reforma energética del gobierno federal que encabeza Enrique Peña Nieto sugiere la modificación a los artículos 27 y 28 de la Constitución en donde no sólo se abre y permite la petroquímica básica a la inversión privada sino que se deja de considerar como estratégica a la generación de energía eléctrica, lo que transforma por completo la arquitectura del mercado de la generación de energía en el país.
De aprobarse esta propuesta, se
eliminará el control del Estado en un sector calificado hasta ahora
como estratégico y en donde las entidades del gobierno federal operan de
manera exclusiva y sin la posibilidad de que otro sector, el social o
el privado (nacional o extranjero), pueda intervenir.
Sin
embargo, hasta ahora la liberalización de la generación de la energía
eléctrica se ha dado en los hechos generando grandes lagunas en donde
las empresas han eludido muchas responsabilidades frente a las
comunidades. Hasta ahora, en materia de generación de energía eléctrica,
el gobierno federal -a través de la Comisión Federal de Electricidad-
ha otorgado permisos para la generación de energía eléctrica en esquemas
de autoconsumo y la venta de los recursos residuales a terceros.
Sin
embargo, no se ha abierto la posibilidad de que terceras compañías
participen en el sector residencial compitiendo con la Comisión Federal
de Electricidad (CFE) que absorbió los activos, plantas, operaciones y
clientes de la extinta Luz y Fuerza del Centro.
No
obstante, más de 16 mil excolaboradores del organismo siguen esperando
el pago de sus liquidaciones y, por lo tanto, el capítulo no está
cerrado. Ahora, se presenta la posibilidad de que los extrabajadores de
Luz y Fuerza del Centro participen en una entidad que aprovecharía su
experiencia, lo que les permitiría insertarse en la nueva competencia
que tendría CFE. El reto, sin embargo, será mayúsculo porque, de
aprobarse la modificación al artículo 27, la competencia no sería
pequeña.
Las
nuevas filiales de la CFE, en donde buscarían insertarse los
extrabajadores de Luz y Fuerza del Centro, tendrían que competir en los
nuevos términos de un mercado abierto, en donde la electricidad ya no se
considera estratégica. Un contrasentido.
Al
final, el consumidor es la pieza más importante y la arquitectura que
se construya en torno a la reforma del sector de la energía tendría que
garantizar que disminuyan las quejas que ya acumula la Comisión Federal
de Electricidad.
¿Serán capaces los extrabajadores de Luz
y Fuerza del Centro de proporcionar un alto nivel de servicio luego de
que otra vez tengan garantizado el acceso a la nómina? Que la
negociación política no se contraponga con los intereses de los
usuarios.
http://revistafortuna.com.mx/contenido/2013/10/29/electricidad-y-la-competencia/
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