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martes, 24 de junio de 2014

Faltan diagnósticos de la CFE a sus hidroeléctricas

Faltan diagnósticos de la CFE a sus hidroeléctricas

Averías en instrumentos impiden obtener datos; reconoce la dependencia el alto riesgo
24 junio 2014 | Noé Cruz Serrano | El Universal
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) carece de datos actualizados sobre las condiciones reales de las grandes cortinas de las centrales hidroeléctricas que están a su cargo, lo que representa “un alto riesgo para las propias instalaciones, el Sistema Eléctrico Nacional, el personal y poblaciones localizadas aguas abajo de las centrales generadoras”.
De acuerdo con la Subgerencia de Estructuras de CFE, actualmente “la instrumentación instalada, que es empleada para la obtención de datos cuantitativos acerca de su comportamiento estructural, en las centrales hidroeléctricas Plutarco Elías Calles, presa El Novillo; Manuel M. Diéguez, presa Santa Rosa; Fernando Hiriart Balderrama, presa Zimapán; El Infiernillo; Belisario Domínguez, presa La Angostura, y Manuel Moreno Torres, presa Chicoasén, presentan deterioro y, en consecuencia, algunos instrumentos se encuentran fuera de servicio, perdiendo la continuidad para la obtención de datos”.

En el panorama más adverso, según la dependencia, sacar de operación a estas hidroeléctricas por problemas estructurales significaría la pérdida de ingresos del orden de 29 mil 803.9 millones de pesos anuales.

En el Programa de Restitución Integral del Sistema de Auscultación de las Grandes Cortinas para Evaluar la Seguridad Geotécnica y Estructural de la Infraestructura Civil en Centrales Hidroeléctricas 2014, la paraestatal reconoce que “el número de aparatos de medición funcionales, algunos de los cuales datan de 1964, ha disminuido, afectando con ello la confiabilidad de la información obtenida, la cual es importante, ya que con ello se puede detectar oportunamente cualquier anomalía, para que las acciones a realizar sean preventivas y no correctivas, de mayor costo y alto riesgo”.

Agrega que a consecuencia de los aparatos que han dejado de operar “se ha perdido información valiosa para analizar a largo plazo el comportamiento de las presas… ante fenómenos que ocurren en las estructuras durante el proceso constructivo, durante el primer llenado del embalse y su operación subsecuente, incluyendo el impacto acumulado de sismos, crecientes en el río y lluvia local extraordinaria”.

Por esa razón, CFE realizará, a partir de este año y hasta 2016, la restitución de todos los instrumentos y sistemas que utiliza para la auscultación de las grandes cortinas de las centrales hidroeléctricas que opera para detectar problemas en una etapa temprana y previsible.

El encargado del proyecto y subgerente de Estructuras de CFE, Germán Castellanos Román, plantea en el registro del proyecto de inversión que “es de gran importancia conservar en óptimas condiciones de operación cada uno de los instrumentos de una presa, ya que la pérdida de cualquier instrumento de auscultación implica dejar de obtener información para la evaluación de su comportamiento”.

Es decir, añade el funcionario, se requieren datos precisos que ayuden a evaluar las condiciones reales en las que se encuentra esta infraestructura a lo largo y ancho del país. Además, “se busca garantizar la continuidad del suministro de energía eléctrica que aportan las centrales hidroeléctricas”, estimada en 4 mil 957 megawatts.

La documentación de la CFE explica que durante más de 50 años se ha observado el comportamiento de las estructuras de las presas, para lo cual se implantó un sistema de auscultación en cada una de las cortinas y sus laderas; “sin embargo, debido a las diferentes solicitaciones a las cuales están sujetas las estructuras, condiciones del ambiente y obsolescencia de los equipos, el número de aparatos de medición funcionales ha disminuido, afectando con ello la confiabilidad de la información obtenida”.

En la hidroeléctrica Plutarco Elías Calles, por ejemplo, se han detectado desplazamientos en la zona del espolón y vertedor que pudieran indicar compromisos o tensiones hacia la zona de las compuertas, y fallas en la operación de éstas.

Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/finanzas-cartera/2014/impreso/faltan-diagnosticos-de-la-cfe-a-sus-hidroelectricas-111262.html

Programa Frecuencia Laboral del sábado 21 junio 2014

ASAMBLEAS USUARIOS



domingo, 8 de junio de 2014

Programa Frecuencia Laboral del sabado 7 junio 2014

SME ANUEE Informe reunion GDF 5jun14

SME ANUEE Reunión con funcionarios del GDF 5jun14

Oceanografía, dique a las leyes secundarias... El Toque Crítico de Martín Esparza

La punta del iceberg
Dentro de los beneficiados estaba el entonces secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, también protector del hoy detenido Amado Yáñez
Martín Esparza | Junio 2014 | Revista Siempre No. 3182
En la antesala de la discusión de las leyes secundarias en materia energética, legisladores del PRI y del PAN se esfuerzan por quitarse de encima el lodazal del que se han impregnado por la irresolución y solapamiento al caso de la firma Oceanografía que ha resultado ser uno de los más claros ejemplos de la corrupción en que se vieron envueltos los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón en el manejo discrecional de multimillonarios contratos otorgados por Pemex a sus socios, amigos y familiares.

Si un rasgo mínimo de justicia se albergara en el agonizante Estado de derecho en México, ambos exmandatarios debieran estar en el banquillo de los acusados respondiendo a la nación por los cuantiosos quebrantos ocasionados a las finanzas de la paraestatal —ahora en riesgo de transformarse en “empresa productiva del estado”—, que sirvieron para que pillos como el ahora acusado, Amado Yáñez Osuna, lograran amasar, en menos de una década, una considerable fortuna gracias al tráfico de influencias ejercido a su favor por panistas como el entonces director de Servicios Marítimos de Pemex Exploración y Producción, Mario Ávila Lizárraga, ligado al desaparecido Juan Camilo Mouriño, y a los hermanos Manuel y Javier Bibriesca Sahagún, hijastros del expresidente Vicente Fox.

La caja de Pandora que los panistas de las manos limpias intentaron cerrar bajo siete llaves ha sido abierta y auscultada en toda su podredumbre por las cortes norteamericanas, medios como The New York Times, The Wall Street Journal y por el grupo financiero Citigroup Banamex, colocando en un auténtico brete la aprobación misma de la reforma energética y sus apátridas leyes secundarias.

En el contexto actual, Oceanografía es apenas la punta del iceberg de lo que está por venir en caso de que los acostumbrados mayoriteos parlamentarios doten al director de Petróleos Mexicanos y al Consejo de Administración de las facultades, casi plenipotenciarias, que se plantean en la nueva Ley de Pemex.

Desde hace años, la comisión de la Cámara de Diputados, integrada ex profeso para investigar a los hijos de la ex primera dama, Martha Sahagún, tuvo en sus manos las evidencias de que gracias a ese tráfico de influencias los juniors Bibriesca, lo mismo que su tío Guillermo Sahagún, se enriquecieron a la sombra del poder; en su momento, el entonces secretario de Hacienda en la primera mitad del gobierno de Felipe Calderón, Agustín Carstens, supo de las anomalías que se cometían en la paraestatal pero se guardó de actuar y revelar información pues dentro de los beneficiados estaba el entonces secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, también protector, a través de Ávila Lizárraga, del hoy detenido —y apapachado por las autoridades— Amado Yáñez, a quien de forma por demás benévola se le fijó una fianza de 80 millones de pesos, se le permitió estar arraigado en su casa de Acapulco y recuperarse de su salud en un lujoso hospital.



Fuente: Revista Siempre!

México y sus 30 años sin crecimiento económico... Martín Esparza

Las reformas estructurales aprobadas sin tomar en cuenta la opinión de la sociedad y de los expertos en las diversas áreas, y cuya frase cliché es “mover a México”, no han logrado mover en los hechos ni 1 centímetro a la aletargada economía nacional que nuevamente este año apunta a tener un crecimiento inferior al pronosticado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público: 3.9 por ciento del producto interno bruto (PIB); ahora sólo se espera, en los cálculos oficiales más optimistas, llegar apenas a un 2.7 por ciento. El desoír a las voces autorizadas que han vaticinado el inexorable fracaso en puerta por la insistencia de los tecnócratas en mantener el modelo económico adoptado hace 5 sexenios amenaza con llevar al país a la ruina absoluta.
8 junio 2014 | Martin Esparza | Contralínea
En el incierto escenario, nuevamente la fiel aplicación de las doctrinas neoliberales pasa su costosa factura a la quebrada economía mexicana que, desde hace 30 años y por seguir ciegamente las recetas de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), ha padecido un crecimiento promedio anual de su economía del 2.2 por ciento del PIB, muy inferior al alcanzado por países de América del Sur, como Argentina, Bolivia o Venezuela, que se han atrevido cambiar las lesivas prescripciones de la oligarquía global por otras tendientes a la aplicación de mayor gasto público en áreas que generan empleos, transformando su aparato productivo con mayor inversión y dotando de un mayor poder adquisitivo a la población para el fortalecimiento de su mercado interno.

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el cambio de timón operado en el modelo económico de esas naciones les permitió en la última década lograr, en el caso de Argentina, un crecimiento acumulado de su PIB del 95 por ciento; y a Bolivia de un 47 por ciento; mientras que México apenas llegó a un 28 por ciento.

El director de la Sede Subregional de la Cepal en México, Hugo E Beteta, ha señalado con objetividad que de los 164 millones de pobres que hay en América Latina, 57 millones son mexicanos. Y mientras en Argentina, de 2005 a 2012, la pobreza disminuyó de 30.6 a 4.3 por ciento; y en Bolivia se redujo de 63.9 a 42.4 por ciento, en México, en el mismo periodo, aumentó de 31.7 a 37.1 por ciento.

La lectura es clara: el modelo económico aplicado en nuestro país desde hace 30 años, es decir, en los últimos 5 sexenios, ha demostrado hasta el cansancio no estar diseñado para generar progreso productivo y mucho menos fomentar el bienestar social, pues como lo aceptó el propio secretario de Hacienda, Luis Videgaray, la productividad en el país no ha crecido desde hace 3 décadas. “El crecimiento –expuso el funcionario– lo está aportando fundamentalmente nuestra fuerza de trabajo, y la adición de capital y la productividad están siendo un freno. Es decir, que nos hubiera ido mejor si tuviéramos la productividad que teníamos en 1980. Estamos quedando a deber en materia de crecimiento económico”.

La confesión externada por el titular de Hacienda no puede ser más ilustrativa del deterioro que ha tenido la nación desde la llegada al poder de la llamada tecnocracia, que fincó sus raíces neoliberales con el arribo al poder de Miguel de la Madrid en 1982, en cuyo gobierno se abandonó la política progresista y nacionalista por la de carácter abiertamente neoliberal, que fielmente hizo eco a la ola de privatizaciones de empresas estatales iniciadas en el mundo por el gobierno de Margaret Thatcher, en Inglaterra, y que tuvieron su origen en las recetas de la “sana política económica” recomendada por el FMI y el BM, pregonada por los organismos internacionales como sinónimo de “modernización” y “saneamiento de las finanzas públicas”.

En el sexenio de Miguel de la Madrid se inició la privatización de las más de 1 mil empresas públicas, muchas de ellas altamente rentables, que ahora se encuentran en manos de los empresarios nacionales y extranjeros, como fue el caso de Siderúrgica Mexicana, que llegó a controlar la industria del acero con empresas como Altos Hornos de México, Siderúrgica Lázaro Cárdenas Las Truchas y Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, tendencia que cobró mayor auge en el gobierno de Carlos Salinas, cuando se devolvieron a particulares los bancos expropiados al final del sexenio de José López Portillo y se consumaron ventas, a precio de ganga, como la de Teléfonos de México, sentándose las bases para la privatización de Ferrocarriles Nacionales de México y la participación de capital privado en el sector energético, como fueron las reformas hechas en 1994 a la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica, que permitió la generación de electricidad a los particulares. Además, el país ingreso al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que ha traído más perjuicios que beneficios a diversos sectores de la economía nacional.

Con la llegada al poder de los gobiernos panistas, la aplicación de los dictados de los organismos internacionales llegó a su clímax al ir preparando el terreno para que hoy se consumen reformas como la energética, que son celebradas con ruidosa algarabía por las poderosas trasnacionales. No fue casual la arbitraria decisión de extinguir a Luz y Fuerza del Centro el 11 de octubre de 2009, dejando en la calle a 44 mil integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), como tampoco el despido de los 8 mil trabajadores de Mexicana de Aviación. En ambos casos no han sido el interés público ni la economía nacional los beneficiarios de tales medidas, sino las empresas extranjeras que, en el área del sector eléctrico, obtuvieron –de 2000 a 2012–, 772 permisos de generación de electricidad, lo que representó una encubierta privatización y un claro desplazamiento de la ahora agonizante Comisión Federal de Electricidad: despojo a la nación que será legalizado con la aprobación de las leyes secundarias por parte de un domesticado Congreso de la Unión.

El comparativo de Videgaray demuestra que, en efecto, el país estaba mejor cuando no entraba a la esfera neoliberal, que además de haber despojado al Estado y a la nación de la propiedad de las empresas públicas, sólo ha acrecentado la pobreza y la desigualdad. Una prueba irrefutable es que de 1976 a la fecha el poder adquisitivo de los trabajadores en México ha acumulado una pérdida del 72 por ciento; de igual forma, la política de imponer los bajos salarios ha redundado en un debilitamiento del mercado interno y, en consecuencia, ha impactado en una menor productividad, al grado de que la propia Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) establece en sus parámetros que México tiene el mayor porcentaje de trabajadores viviendo en la marginación; es decir, el peor país de los 34 miembros del organismo internacional; siendo así que el 18.5 por ciento de los mexicanos que laboran son pobres, cantidad mayor a la que enfrenta Turquía con 18 por ciento, o Chile o Israel con 15 por ciento.

En contrasentido, el último reporte de la revista Forbes ubica a 16 mexicanos en la lista de los multimillonarios del mundo, cuyas fortunas superan los 1 mil millones de dólares. De hecho, de acuerdo con la publicación especializada, son unas 35 familias las que controlan la economía nacional, contra una población mayoritaria ahora también expoliada por las reformas hacendaria y laboral que han pauperizado, a través de la legalización del subempleo, su fuerza laboral, despojándola de los beneficios de la seguridad social y cancelando otras prestaciones sociales al tasar impositivamente el otorgamiento de vales de despensa y hasta las horas extras de su jornada laboral. Los cambios fiscales han golpeado también la expansión de las pequeñas y medianas industrias limitando dramáticamente la creación de empleos y cancelando fuentes de trabajo, como lo exponen los indicadores del Instituto Nacional de Estadística y Geografía al informar que, de enero a marzo de este año, 52 mil 502 personas quedaron cesantes.

Y mientras la tecnocracia persiste en su obstinación por cerrar los ojos a la avasallante realidad de una economía que no crece, los que si van al alza de manera desproporcionada son: el costo de la canasta básica, los precios de los servicios como la electricidad, la gasolina, el gas doméstico y el agua; y los impuestos que ahorcan los mermados ingresos de los trabajadores, sobre todo de la clase media, como el predial, el impuesto sobre la renta o el impuesto al valor agregado.

En tanto, los “expertos” economistas egresados de universidades como Harvard o Yale, siguen culpando de nuestra crisis interna a los vaivenes del exterior, sin reparar que es el modelo neoliberal, adoptado hace 30 años, el responsable de lo que ahora padecemos y que amenaza con dejarnos sin país ante la privatización absoluta de las empresas públicas, entre ellas Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, que pasarán a manos de las multinacionales en una franca traición a la patria, sepultando su promesa de crecer un 5 por ciento del PIB, establecido como premonitorio epitafio del disfuncional y agonizante Pacto por México.

*Secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas


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Los vicios ocultos del plan energético

Aun cuando las discusiones sobre las diez leyes secundarias sobre la reforma energética se inician este martes 10 en el Senado, el debate se centrará en la de Pemex y la de Hidrocarburos. La bancada del PRD considera que la intención es desmantelar la paraestatal de manera paulatina y acotar las prerrogativas del Estado y sus entes en materia de comercialización. Más aún, la semana pasada comenzó a circular un predictamen “planchado” y presuntamente negociado por el PRI y el PAN.
8 junio 2014 | Jenaro Villamil | Proceso
MÉXICO, DF (Apro).- A pesar del discurso presidencial, de los spots televisivos y de los objetivos planteados en el proyecto de dictamen sobre la Ley de Hidrocarburos, cuya copia obtuvo Proceso, el paquete de leyes energéticas que el Ejecutivo federal envió al Senado y comenzará a discutirse en comisiones a partir del martes 10 constituye un desmantelamiento programado de Pemex y una apertura indiscriminada a un modelo de contratos privados en hidrocarburos y en otros recursos naturales.

La clave está en dos de las 10 leyes —la de hidrocarburos, reglamentaria del artículo 27 Constitucional, y la de Pemex— cuya aprobación ya negociaron el PRI y el PAN la semana pasada con un predictamen "planchado" aun antes de que lo discutieran los integrantes de la Comisión de Energía y de Estudios Legislativos Primera.

En su exposición de motivos los redactores del proyecto de dictamen de la Ley de Hidrocarburos señalan los objetivos: "incrementar la seguridad energética del país; aumentar la producción de petróleo y gas natural; alcanzar mayores tasas de restitución de reservas de petróleo y gas; detonar el dinamismo de la industria de la transformación de hidrocarburos; fortalecer la red de transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos.

No establecen plazos ni metas para lograrlo. Ni siquiera definen lo que consideran como "renta petrolera", aunque todo el predictamen hace referencia a ella. Y tampoco definen el concepto "valor de producción".

Sin embargo, en varios artículos están los verdaderos objetivos, con plazos y metas específicos para desmantelar a Pemex. En el artículo octavo transitorio de la Ley de Hidrocarburos se establece, por ejemplo, que Pemex será el comercializador de todos los hidrocarburos hasta 2017. A partir de 2018, esa tarea se hará mediante una licitación a través de un ente privado.

EMPRESA EXTRANJERA

Asimismo, según el artículo 28, la nueva Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) podrá contratar, sin la intervención de las secretarías de Energía o de Hacienda (Sener y SHCP), a Pemex, a otra empresa pública o a un ente privado mediante licitación pública.

Un análisis elaborado por el grupo de asesores del PRD en el Senado advierte que "si se deja a un privado la tarea de vender los hidrocarburos del Estado, aquel no podrá ser otro que una empresa extranjera, porque en México sólo existe una empresa dedicada a ese negocio y es pública (PMI Comercio Internacional)".

El documento de 60 cuartillas titulado Análisis de la propuesta de legislación secundaria enviada por el Ejecutivo federal al Congreso de la Unión destaca también: "El comercializador del Estado sólo puede ser el Estado a través de sus instituciones. No hay razón para hacer a un lado a PMI, que ha recibido un amplio reconocimiento internacional por las fórmulas de sus precios y su labor de mercado. La confiabilidad y el prestigio del comercializador son elementos fundamentales en el funcionamiento del mercado petrolero internacional".

Otro ejemplo: En el artículo 14 transitorio de la Ley de Pemex habla del pago anual de un dividendo estatal para 2015 —que será "de al menos 30%"— de los ingresos que le queden a Pemex después del pago de impuestos y derechos aplicados a las actividades de exploración y extracción, que representan 70%. Es decir, Pemex se quedaría sin un peso para invertir.

El mismo artículo establece que ese 30% se irá reduciendo gradualmente al 15% para 2021 hasta llegar al cero en 2026. Para entonces, afirman los asesores, Pemex ya no existiría.

Un cálculo de la senadora perredista Dolores Padierna destaca que, con las cifras de Pemex de 2013, ese 30% representaría "una sangría adicional de 118 mil millones de pesos para la paraestatal"; es decir, más de 10 mil millones de dólares.

LA REINTEGRACIÓN

La nueva Ley de Pemex fusiona a la paraestatal en dos grandes empresas productivas subsidiarias: Pemex Exploración y Producción con Pemex-Gas y Petroquímica Básica; y una segunda que fusiona Pemex Petroquímica con Pemex Refinación. De esta manera, desaparece la división en cuatro subsidiarias, creada por Francisco Rojas durante su gestión como director de la paraestatal en los sexenios de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas.

El análisis del PRD advierte que "después de más de 20 años de funcionar con un corporativo y cuatro subsidiarias, el consenso interno en Pemex es que debe reintegrarse en un solo organismo. Incluso existe un acuerdo del Consejo de Administración en este sentido. La Secretaría de Hacienda es el único ente gubernamental que se opone a la reintegración de Pemex.

"Su reticencia se basa en preocupaciones recaudatorias infundadas puesto que, independientemente de su organización, Pemex seguiría pagando derechos en función del valor de su producción. De hecho, es la única gran empresa petrolera que no se encuentra plenamente integrada".

La idea empresarial de Pemex está expuesta en ambas iniciativas. La de Peña Nieto establece un mandato completamente inédito para la paraestatal: "competir con eficacia en la industria energética" (artículo 3) con la misión de generar valor económico y rentabilidad para el Estado mexicano, si bien restringe la autonomía presupuestal y financiera.

La iniciativa de Ley de Hidrocarburos "saca autoritariamente del negocio" del gas a Pemex. En materia de transporte e internación al país del gas, la norma faculta a la Sener a instrumentar acciones para que en cinco años ninguna empresa pública tenga más de 50% del mercado, porcentaje que deberá disminuir aún más para que en 10 años no supere el 20%.

Saca a Pemex del negocio del gas y crea una nueva entidad pública —Cenagas—, a partir de la infraestructura que se le quita a la petrolera (artículos 61 a 64). La misión de Cenagas no será comercializar el hidrocarburo, sino "ser un actor neutro, independiente de todos los participantes del mercado, públicos o privados" para "garantizar la continuidad del suministro de gas en el territorio nacional".

VULNERAN INFORMACIÓN PRIVILEGIADA DE PEMEX

Pemex deberá entregar no sólo la mayor parte de las áreas de interés petrolero identificadas para ofrecerlas a las compañías petroleras internacionales (algo que está en curso a través de la llamada Ronda Cero), sino que deberá entregar toda su información procesada e interpretada de cada campo y yacimiento para que la Sener y la SHCP tengan libre acceso y sin restricciones a esta información.

Así lo establece el artículo ocho transitorio de la Ley de Hidrocarburos. En su análisis, el PRD advierte:

"Hasta ahora, Pemex ha guardado celosamente esos datos, pero en el futuro inmediato tendrían acceso varias dependencias federales. El riesgo de fugas es alto e inminente. Además, Hacienda no necesita acceso a esta información técnica altamente especializada para establecer el contenido económico de los contratos.

"Este tema es muy relevante para la llamada Ronda Cero, pues como no hay reglamentación, existen presiones para que Pemex entregue de inmediato la información geológica, sin que la CNH cuente con los lugares adecuados para su resguardo y sin que se establezcan siquiera los conceptos de costos que serán cubiertos a Pemex. En todo caso, la información geológica que entregue Pemex debe ser información ‘cruda’ y no la información ya interpretada".

En contraste, toda la información derivada de los yacimientos transfronterizos con Estados Unidos tendrá extrema confidencialidad (artículo 3), ya que estos acuerdos no pasan por el Senado y sus términos y condiciones son confidenciales e irreversibles.

Así se estableció en el Acuerdo de los Yacimientos Transfronterizos de Hidrocarburos, firmado por la Secretaría de Relaciones Exteriores en febrero de 2012 con el Departamento de Estado de Estados Unidos. En mayo de ese año el Senado aprobó el acuerdo. El 19 de diciembre de 2013 lo hizo el Senado estadunidense.

El documento propone "fortalecer la seguridad de América del Norte" y tener una "administración responsable" de los recursos energéticos. Asimismo, modifica los derechos de propiedad de la explotación petrolera en México.

Le quita el carácter de operador a Pemex para que otras empresas, especialmente petroleras trasnacionales, se ocupen de la exploración y extracción de hidrocarburos en la zona transfronteriza.

La información será confidencial para quienes obtengan las licencias, y los gobiernos deberán mantenerlas en ese carácter, de acuerdo con el texto aprobado por el Senado mexicano.

LOS CONTRATOS AL GUSTO

La ley reglamentaria del artículo 27 Constitucional no define ni siquiera qué se entiende por "renta petrolera" ni establece porcentajes. De acuerdo con el análisis de la bancada del PRD en el Senado, se trata de "minimizar la proporción de renta que se traslade a los operadores internacionales que asuman riesgos geológicos".

Los artículos 4 y 6 de la iniciativa de Ley de Hidrocarburos asientan que el gobierno podrá otorgar "asignaciones" y "contratos" a partir de la profundidad del subsuelo. El mecanismo privilegiado será el contrato otorgado mediante licitación y las asignaciones (entregadas a Pemex) serán excepcionales.

"Esta preferencia traduce la desconfianza hacia la empresa pública y la voluntad de compartir la renta con el ganador del concurso, a pesar de que el Estado podría obtener más renta y de manera más segura con una asignación", señala el documento. Incluso, la Sener puede modificar los términos y condiciones de las asignaciones a Pemex.

Además, Pemex puede solicitar la migración de "asignación" a "contrato", pero la Sener puede negárselos (artículo 12). Si Pemex quiere asociarse con un privado no escogerá al socio: éste será designado por la autoridad luego de un proceso de selección (artículo 13). "Esto no ocurre en ninguna parte del mundo", advierte el análisis perredista.

El verdadero “tesorito” de las trasnacionales

De acuerdo con un especialista en materia energética, el interés fundamental del capital extranjero en el caso de México se enfoca a un negocio muy distinto del relacionado con la exploración y explotación de hidrocarburos, como el petróleo y el shale gas, de los que se dice que México tiene reservas enormes, que son más ilusión que realidad. Para las trasnacionales, dice, el verdadero “tesorito” es la venta y renta de maquinaria para realizar esos trabajos…
8 junio 2014 | Jesusa Cervantes | Proceso
MÉXICO, DF (Apro).- Todo es una ilusión: México no cuenta con reservas probadas de petróleo en aguas profundas ni de gas de lutita (shale). Y si hay interés por parte de las empresas trasnacionales, no es por lo que ganarán con la extracción de hidrocarburos, sino por la fabricación o renta de equipos para perforar y explorar.

Quien afirma lo anterior es Francisco Garaicochea, ingeniero petrolero jubilado y Premio Nacional de Ingeniería Petrolera, quien remata: "El efecto multiplicador (es) el verdadero tesorito." Eso es lo que hay detrás de la repentina promoción gubernamental para la explotación del shale gas.

Comenta que desde la aprobación de la reforma constitucional en materia energética el gobierno ha reclamado que mientras en 2012 Estados Unidos perforó 9 mil 100 pozos de shale gas/oil, México apenas llegó a tres.

En febrero pasado, dos meses después de aprobarse dicha reforma en el Congreso de la Unión, el titular de la Secretaría de Energía (Sener), Pedro Joaquín Coldwell, comenzó a reclamar por el bajo aprovechamiento de los recursos naturales: "México va lento", expresó al comparar la perforación de pozos en Estados Unidos y en territorio nacional.

El país tiene cinco cuencas o zonas con shale gas, pero de los 14 pozos que han sido perforados para extraerlo, únicamente tres han resultado rentables hasta ahora. Según Garaicochea, el verdadero valor no está en la producción obtenida, sino en todo lo que genera una empresa por perforar un pozo.

El petróleo fácil, barato y rápido de extraer se encuentra en las formaciones de yacimientos de lutitas (shale oil), detalla Garaicochea a Proceso, pero aclara: Eso es para Estados Unidos, no para México.

'...LA LLAVE DEL FUTURO'

Ambos países comparten la formación de una cuenca de yacimiento de roca lutita, la cual tiene un alto contenido en gas y petróleo; en la nación del norte, dicha zona se ubica al sur de Texas y su nombre es Eagle Ford; en México colinda con Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

Garaicochea explica que mediante la perforación de pozos horizontales y el fracking (fracturamiento múltiple de la roca) a base de presión de agua en grandes cantidades se obtiene gas y petróleo.

"En Estados Unidos no es rentable la explotación de pozos que producen sólo shale gas por el bajo precio de ese producto; por eso las compañías medianas decidieron trasladarse más al norte", comenta Garaicochea, quien coordina también al Grupo de Ingenieros Pemex-Constitución 1917.

Considera que el interés del gobierno de Peña Nieto por promover la exploración y explotación del shale gas en México deriva del informe de la Agencia Internacional de Energía de Estados Unidos (AIE). Según el documento difundido en abril de 2011, en el mundo hay 6 mil 622 billones de pies cúbicos probables de gas.

México, puntualiza, ocupa el cuarto lugar por sus reservas. "Puede tener en formaciones de shale gas recursos técnicamente recuperables por 681 millones de millones de pies cúbicos, un volumen 50 veces mayor que las reservas probadas actuales", indica la AIE.

Jordy Herrera, último titular de la Sener durante la administración de Felipe Calderón, declaró en junio de 2012 que "el shale gas es la llave del futuro económico y energético de México; podría atraer entre 7 mil y 10 mil millones de dólares anuales y generar un millón y medio de empleos".

Meses antes, a finales de noviembre de 2011, María van der Hoeven, directora ejecutiva de la AIE en México, expresó: "Ustedes están sentados en un recurso de gas, así que la pregunta es: ¿Cómo van a usar eso para beneficiar a su país?".

LA RIQUEZA Y SUS BENEFICIARIOS

En México hay cinco cuencas con shale gas: Burgos, con 62 mil 670 kilómetros cuadrados en la frontera de Tamaulipas, Texas y el Golfo de México; Sabinas, con 62 mil kilómetros cuadrados, ubicada entre el noroeste de Coahuila y Santiago, Nuevo León; Tampico-Misantla, que limita al oeste con la sierra Madre Oriental y se extiende de Tampico a la localidad costera de Tecolutla; la llamada Plataforma de Tuxpan, entre Poza Rica y Tamiahua, y la de Veracruz, que comprende los alrededores del puerto jarocho hasta el Golfo de México, con una extensión de cuando menos 22 mil 400 kilómetros cuadrados.

Según Francisco Garaicochea, el análisis de la AIE es sólo una prospectiva; nada está probado. Y aunque "todo es una ilusión", las grandes trasnacionales se ciñen a los designios de la AIE, reitera.

Y cita un ejemplo: "ExxonMobil terminó en Polonia dos pozos exploratorios que resultaron incosteables, por lo que abandonó sus actividades en busca de los 187 millones de millones de pies cúbicos de gas que la ENI (la empresa italiana de energía) le atribuyó a ese país como recurso recuperable en shale gas".

Pemex, dice el entrevistado, quiso comprobar los datos del análisis de la agencia respecto a México para "evaluar el shale gas en la cuenca de Burgos". Incluso perforó 14 pozos. Los resultados han sido desastrosos. En primer lugar, el costo se triplicó con respecto a los pozos terminados en la misma región de Estados Unidos; segundo, las producciones de gas fueron muy bajas, con aportaciones insignificantes de condensado y petróleo.

"Hasta ahora el nuevo tesorito de shale gas aún no aparece y todo indica que las estimaciones del potencial de la Agencia Internacional de Energía respecto a México son exageradas", comenta.

Con datos oficiales de Pemex, Garaicochea detalla que de los 14 pozos terminados en formaciones shale gas entre 2011 y 2013, en ocho se obtuvo "gas seco", en tres gas húmedo, en uno gas y en dos no se obtuvo nada.

Lo más interesante es que de los 14 pozos, sólo tres resultaron "rentables, suponiendo una situación de costos favorables que podría lograrse aplicando una economía de escala similar a la lograda en Estados Unidos y si se contara con infraestructura equivalente", refiere Garaicochea

LOS EFECTOS MULTIPLICADORES

Para promover la explotación del shale gas, la Sener abrió un vínculo en su página electrónica en el cual detalla que México es la cuarta potencia mundial en presencia de este tipo de hidrocarburo y enaltece sus bondades, que, apunta, Estados Unidos ha sabido aprovechar.

Gracias al usufructo del shale gas, el vecino país disminuyó las importaciones de gas natural de 11.9 millones de pies cúbicos diarios en 2005 a 9.46 en 2011.

De ahí toda la algarabía por ese tipo de recurso en México, aclara el ingeniero Garaicochea, sin dejar de advertir que es "una ilusión porque en el país no tenemos reservas probadas ni certificadas, ni de petróleo ni de gas en aguas profundas, ni en formaciones de lutitas".

La pregunta es: ¿por qué tanto interés en promover la perforación de este tipo de pozos?, dice. Y él mismo contesta: La respuesta está en el "efecto multiplicador" o "valor agregado".

Lo que importa, explica, no es la renta petrolera o el gas que se obtenga; "es el efecto multiplicador; es el valor agregado de todas las empresas que se benefician por la existencia del proyecto para perforar un pozo. ¡Es un mundo de dinero lo que hay alrededor! Es mucho dinero que entra al Estado… pero no a México, sino al país del que procede la empresa trasnacional".

Garaicochea describe ese efecto multiplicador: Se generan miles de empleos y se reciben enormes recursos en el erario por fabricar la maquinaria que se requiere,como son las tuberías de perforación, de revestimiento, de producción y de descarga.

Además, se hacen caminos de acceso a los pozos; se rentan barrenas, lastra barrenas, arietes, árboles de válvulas, separadores, tanques de almacenamiento, plantas recuperadoras de condensados, restaurantes, bancos, pipas, ferrocarriles, oleoductos, gasoductos, que sólo se construyen porque se requieren para explotar los yacimientos de lutitas.

EL OBJETIVO ES OTRO...

Considera por ello que "la baja o nula rentabilidad" de la exploración y explotación en aguas profundas o la perforación para gas de lutita en las cinco cuencas que tiene el país no son lo primordial para empresas de Estados Unidos o de países europeos, "y es que esta baja o nula rentabilidad es compensada con creces por el pago de impuestos generados al mantener trabajando sus recursos humanos y las fábricas de equipos que exportarán a México".

Garaicochea pone un ejemplo: "Para aguas profundas el equipo para una plataforma de licuefacción de shale gas vale 8 mil millones de dólares. A ello deben sumarse (los aditamentos) que van a fabricar las terminales para embarcarlo, los propios barcos (para trasladarlo a su punto de venta). Así, el interés de ellos (los inversionistas extranjeros) no es lo que van a ganar extrayendo petróleo o gas, sino lo que van a ganar fabricando (equipo y maquinaria) en sus países de origen. Así lo hacen la ExxonMobile y la Chevron. Es lo que les importa".

Además, cuando terminen un pozo podrán deducir lo que invirtieron, pues así lo establece la ley secundaria de hidrocarburos; en otras palabras, ellos van a ganar-ganar.

Y cita otro caso: la reconfiguración de la refinería de Cadereyta. Ahí, dice, ganó la licitación una empresa coreana que obtuvo en su país un financiamiento con tasa de cero interés. Lo que buscaban los coreanos era el efecto multiplicador; es decir, los empleos que generó, la maquinaria que creó, la herramienta que rentó. En resumen, toda la tecnología que México no tiene y que ese país coreano pudo vender.

Garaicochea recuerda también que en la Cuenca de Burgos, a la empresa española Repsol se le entregó el primer contrato de servicio múltiple y fue precisamente para extraer shale gas. El resultado es que la producción no ha aumentado ni el precio del gas doméstico ha disminuido, porque ese no es su objetivo, reitera.