Páginas

viernes, 21 de noviembre de 2014

LA ULTIMA Y NOS VAMOS 20 Noviembre 2014

-Una movilización gigantesca


Precedida por LOS peores augurios de violencia y miedo, QUE tuvo en Enrique Peña Nieto a uno de sus instigadores, la de hoy fue una marcha gigantesca, vigorosa y festiva aun en el luto y la indignación por los crímenes contra los normalistas de Ayotzinapa, entraña de la movilización de alcance planetario.
La movilización tuvo dos cualidades: una fue QUE LOS contingentes estaban poblados de jóvenes, casi niños, y aun niños, nacidos en el apogeo del neoliberalismo QUE sepultó la Revolución Mexicana –que hoy conmemoró su 104 aniversario sin desfile–, y otra fue que aisló, neutralizó y repudió a LOS provocadores.
Pero la contención duró sólo hasta la finalización de la jornada, porque los provocadores cumplieron, otra vez, su cometido: Volvieron a desvirtuar una movilización que, además de la exigencia de que aparezcan con vida los 43 normalistas, tuvo un imperativo: “¡Peña, renuncia!”
Otra vez los embozados que, cuando ya había concluido el mitin y los familiares de los normalistas desaparecidos se habían replegado frente a la Catedral, intensificaron su acción, que desembocó, una vez más, en represión generalizada e indiscriminada.
Tras el choque del mediodía, en las inmediaciones del aeropuerto capitalino, el ambiente se hizo aún más denso. Las avenidas PRINCIPALES se vaciaron de vehículos cuando se aproximaba la hora de la tres marchas que convergieron en el Zócalo.
La siembra del temor fracasó. Miles y miles de ciudadanos fueron llegando al Ángel de la Independencia, al monumento a la Revolución y a la PLAZA de las Tres Culturas.
Pasadas las cinco de la tarde, el Paseo de la Reforma se preñó de contingentes que, en orden, avanzaron hasta avenida Juárez, 5 de Mayo y hasta el Zócalo, pletórico.
Una vez más, desde QUE desaparecieron LOS 43 jóvenes de la normal de Ayotzinapa, el viernes 26 de septiembre, los juveniles manifestantes se unieron a veteranos de las marchas, hombres calvos, canosos, barrigones.
Unos y otros hermanados en viejos ritos de la izquierda, sobre todo las mismas consignas revolucionarias de los sesenta, sólo QUE ahora eran contra los criminales y el Estado, Peña en particular.
“Peña, renuncia”, fue el imperativo a lo largo de la marcha que exhibió la creatividad de los participantes en todo tipo de pancartas, hechas de cartulinas, hojas CARTA, cajas de huevo o de zapatos.
“¿Qué cosecha el país que siembra cadáveres?”, pregunta una joven que sostiene, seria, el letrero. “¿Por qué asesinan la esperanza de AMÉRICA Latina?”, se lee en otra.
“Por 43 despertaron miles”, reivindica una señora con la bolsa del mandado, sentada sobre la banqueta de avenida Juárez. “Somos más nosotros”, dice, con firmeza, una manta colgada en un balcón de 5 de Mayo.
Otra joven PORTA con dignidad un mensaje sobrecogedor: “Mamá, salí a defender mi patria. Si no regreso, me fui con ella”.
Los manifestantes soportan el frío y la leve llovizna de este 20 de noviembre sombrío, acosados también por los augurios de violencia desde el gobierno y desde la provocación que suele tomar todas las formas posibles, hasta de revolucionarios.
Eso fue lo QUE ocurrió CUANDO estaba en curso el mitin en el Zócalo: un grupo de no más de diez mozalbetes se aproximó a las vallas instaladas en derredor del Palacio Nacional, detrás de las cuales había una fila de militares custodiando el edificio.
La acometida no tuvo éxito. Otros jóvenes y un hombre mayor LOS hicieron desistir. “Compañeros, QUE no se desvirtué NUESTRO movimiento”. Desde el templete también se llamaba a aislar a LOS embozados. “Son provocadores”.
Los embozados se dispersaron, aunque luego reaparecieron trepados en las vallas, cubiertas sus cabezas con capuchas de sus sudaderas. Lanzaban insultos a los militares.
Cuando el mitin concluía, un grupo de cinco muchachos, con cachuchas que tenían una estrella roja al frente, hicieron bolita para hurgar en sus mochilas. No extrajeron nada al saberse observados. Y se dispersaron rápidamente.
Pero para entonces, casi las 20:00 horas, ya proliferaban los embozados que lanzaban proyectiles contra los militares, mientras estaban en formación más de 500 policías federales en la calle de Corregidora.
Al menos dos sujetos, con corte de pelo militar, incitaban a gritar y lanzar objetos hacia el Palacio Nacional. Estaban ostensiblemente ebrios. Otros, ya con los rostros cubiertos, tomaban formación.
“¡Infiltrados, infiltrados! “, gritaba la mayoría de los asistentes QUE, sin embargo, no se alejó de la muchedumbre en que se confundían manifestantes pacíficos, provocadores y periodistas.
Finalmente, el grupo provocador tuvo éxito: Enardeció a los militares y a los granaderos federales y del gobierno de Miguel Mancera, que acometieron contra quienes encontraron.
OTRA VEZ la provocación se acompasó con el poder…
-El desfile de la indignación

Miles de sindicalistas de la UNAM, de la educación, TELEFONISTAS, electricistas, obreros y campesinos acompañaron a los padres de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, como parte de la caravana “Daniel Solís Gallardo” en lo que llamaron “el desfile de la indignación”.
Después de INICIAR en Guerrero y recorrer Chiapas, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y Morelos durante una semana, los integrantes de la caravana partieron de la explanada del Monumento a la Revolución minutos después de las cinco de la tarde rumbo al Zócalo capitalino.
Los padres de los normalistas iban resguardados por un cerco humano de estudiantes de Chiapas, pero todos al unísono corearon la misma exigencia: La presentación con VIDA de los 43 jóvenes. “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, repetían una y otra vez.
Con sus grandes mantas se hicieron presentes integrantes de diversas agrupaciones: STUNAM, SITUAM, Bloque de Organizaciones Democráticas del IPN, CETEG de Tlapa, Guerrero, Fuerzas Democráticas Progresistas, Coordinación Plan de Ayala, trabajadores del INBA y el INAH, Consejo de los Pueblos Damnificados de Guerrero, y el Frente Político de Candidaturas Independientes, entre otros. Aparte de miles de ciudadanos, estudiantes, maestros y amas de CASA.
Además de la aparición con VIDA de LOS normalistas, las demandas se extendieron a la exigencia de más apoyo al campo, el cumplimiento de promesas de vivienda, mejor educación y el esclarecimiento de los casos de otros desaparecidos en todo el país.
En el contingente se notaron agrupaciones que iban protegidas por cordones metálicos o “cadenas” de brazo en brazo para evitar la presencia de infiltrados.
Sin embargo, en la avenida Juárez se armó un alboroto. La gente empezó a gritar “¡Sáquenlo, es un infiltrado!”, “¡que se vaya, que se vaya!”, “¡fuera, fuera!”.
Era un joven que dijo llamarse Julio César Martínez y ser policía. Algunos integrantes de la marcha lo jalaron. Él sacó su credencial y se la arrebataron. Le jalonearon la mochila, le exigían que mostrara su contenido. “Trae armas”, acusó alguien. Luego mostró que traía su uniforme, en efecto, de policía.
El hombre fue orillado a la banqueta y con voz nerviosa y a veces tartamuda, repitió que iba a apoyar a la marcha, “por los estudiantes muertos… yo vengo a apoyar y me sacan, no se vale, me robaron mi credencial”, se quejó.
Después de este INCIDENTE, la caravana avanzó sin contratiempos. La gente, mucha vestida de negro, avanzó a paso lento. Un grupo de danzantes aztecas se incorporó y con copal ahumó a los participantes, cantó para animar el espíritu y no dejar caer la esperanza de encontrar con vida a los normalistas.
Esta caravana fue la primera en llegar a la plancha del Zócalo. “Ahora, ahora, se hace indispensable, presentación con vida y castigo a los culpables” y “¡Fuera Peña, fuera Peña!”, retumbó entre la Catedral, el Antiguo Ayuntamiento y el Palacio Nacional.
Las otras dos caravanas –las QUE salieron de Tlatelolco y del Ángel de la Independencia— tardaron una hora y media en llegar. Pero la gente, LOS miles de mexicanos indignados, aguantaron pacientes, de pie y con frío, la llegada de los padres de los otros normalistas desaparecidos.
Mientras eso ocurría, al menos tres mujeres tomaron el micrófono para denunciar que sus hijos, aunque no son normalistas, también están desaparecidos y la autoridad, acusaron, no hace nada por BUSCARLOS o da “carpetazo” a las investigaciones.
“Prefiero que me den en la madre que estar hincada viendo telenovelas”, gritó una de ellas mientras mostraba la foto ampliada de su desaparecido.
Cuando se juntaron los tres contingentes, uno de los normalistas sobrevivientes al ataque del 26 de septiembre INFORMÓ que terminada la marcha por distintos estados, los familiares de los normalistas y la gente que los siguió regresarían a sus lugares de origen. “Vamos a pensar bien la situación” y plantear las siguientes estrategias de este “gran movimiento nacional” para frenar el horror en el que está sumido el país, dijo.
El normalista destacó que esta vez, por el aniversario de la Revolución Mexicana, no hubo DEPORTISTAS uniformados aplaudiendo al presidente, “sino miles de personas que hicimos el desfile de la indignación”.
-Se enfrentan encapuchados y granaderos en el Zócalo; hieren a fotógrafo de Proceso

Al término del mitin en el Zócalo, al que asistieron miles exigiendo justicia para los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, cientos de granaderos avanzaron sobre la gente y lanzaron gases lacrimógenos mientras encapuchados les lanzaban cohetones y bombas molotov. Eran las 21.30 horas.

Durante mas de una hora cientos de jóvenes gritaron “fuera Peña” y lanzaron botellas de agua, basura y bombas molotov hacia las puertas de Palacio Nacional que estaban resguardas por elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP).

En respuesta, entraron por la calle de Corregidora cientos de granaderos y lanzaron gases arremetiendo contra la gente desalojando el Zócalo que aun estaba ocupado en una buena parte de la plancha.

En medio de los gases lacrimógenos los policías arrojaron objetos contra la gente ocasionando algunos heridos, entre ellos, el fotógrafo de Proceso Eduardo Miranda, quien fue lesionado en una pierna.

-Mancera reporta 31 detenidos tras jornada de marchas

En las marchas realizadas desde el Monumento a la Revolución, Tlatelolco y el Ángel de la Independencia con destino al Zócalo, participaron 30 mil personas aproximadamente y 31 personas detenidas en toda la jornada, informó el jefe de gobierno del Distrito Federal, miguel Ángel Mancera.
Indicó que en torno a LOS hechos suscitados al mediodía de hoy, en Calzada Ignacio Zaragoza, al cruce con Boulevard Puerto Aéreo, dos policías resultaron heridos y 15 personas fueron remitidas ante el Ministerio Público para que se deslinden las responsabilidades correspondientes.
En cuanto a los hechos violentos registrados al termino de las marchas y el mitin en el Zócalo, dijo que 16 personas fueron detenidas luego de que se REGISTRARA un enfrentamiento entre granaderos federales y locales con manifestantes.
Fue a las 21:21 horas que los uniformados ingresaron desde las calles aledañas al Zócalo. Y media hora después, unos diez minutos antes de las 10:00 de la noche replegaron por completo a todo manifestante de la PLAZA de la Constitución.
Al grupo de personas autodenominados anarquistas les fueron encontradas bombas molotov, piedras, cohetones, petardos, entre otros materiales.
Informó que se implementó un operativo vial con elementos de la Subsecretaría de Control de Tránsito de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), para orientar a los automovilistas que se encontraban en la zona y reducir el impacto de las movilizaciones.

-¡Ayotzinapa!, ¡Ayotzinapa!, ¡Ayotzinapa…! retumbó en CALIFORNIA

LOS ÁNGELES, Cal.- “¿Qué harías si alguien de tu salón de clases desapareciera?”. “¿Y si fueran 43 compañeros de tu salón”?. Los letreros con las dos preguntas en inglés, pegados en muros y postes, acompañados de imágenes de José Luis Luna Torres, Leonel Castro Abarca y Luis Ángel Francisco Arzola, indicaban el camino hacia las escaleras exteriores de la biblioteca Charles E. Young de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA).

Ahí, medio centenar de estudiantes y profesores, algunos vestidos de negro, repetían la palabra que hoy se escuchó en diferentes puntos de la ciudad y en otras del sur de California: “Ayotzinapa, Ayotzinapa, Ayotzinapa”.

Escenas similares se repitieron una y otra vez desde la mañana de este jueves. Un grupo llegó hasta las puertas del Consulado de México en San Diego, EXTENDIÓpancartas y colocó sobre el suelo fotografías de los 43 estudiantes desaparecidos, acompañadas por libros y lápices.

En diversas universidades se celebraron foros informativos para dar a conocer lo que, aseguraron estudiantes, no están diciendo los medios.

“Están matando a nuestros hermanos en México, aquí, a unas millas de nosotros”, dijo Jasmine Delgado, estudiante de la facultad de Español y Portugués de la UCLA, al grupo QUE formaba un círculo de silencio frente a la biblioteca. “Desde QUE inició la guerra (contra el narcotráfico) en 2006 han muerto más de 100 mil personas. Eso equivale a toda la población de una ciudad como Berkely, California, a más de la población de Ann Arbor, Michigan, o de Boulder, Colorado. Obama no ha dicho nada sobre este asunto, aunque cuando ocurre algo en países como Siria, su reacción es inmediata. Falta información y nosotros podemos solucionarlo”, agregó.

Román Luján, escritor, poeta y estudiante de doctorado en la misma facultad, invitó a quienes dominan más de un idioma a traducir la información que encuentren para que el mundo se entere de lo que ocurre en México.

“Enrique Peña Nieto piensa que este movimiento va a desaparecer en unas semanas, pero con información nosotros podemos hacer que el mundo se entere y que ayude a exigir justicia”.

Familiares de personas desaparecidas en México compartieron sus testimonios, entre ellos Luis Ávila, esposo de la activista guerrerense Nestora Salgado, integrante de un grupo de GUARDIAS comunitarias.

“Cuando mi esposa fue encarcelada, los normalistas fueron los que salieron a la calle a pedir su liberación. Sus padres, quienes los BUSCAN hoy, muchos son guardias comunitarios. Tuvieron que desaparecer los 43 estudiantes para que el mundo se diera cuenta de lo que pasa en Guerrero, donde no hay línea divisoria entre el narco y el gobierno”.

Por la tarde, cientos de personas se dieron cita en la Plaza Olvera, en el centro histórico de Los Ángeles, para de ahí iniciar una marcha hacia el Consulado de México, donde varios cientos más ya los esperaban. Vestidos de negro y encabezados por grupos de danzantes prehispánicos, los manifestantes, integrantes de organizaciones civiles, familias y líderes comunitarios, exigieron la PRESENTACIÓN con vida de los 43 estudiantes, cuyos nombres fueron leídos en un pase de lista.

La manifestación tuvo lugar a la misma hora en que el presidente de ESTADOS UNIDOS, Barack Obama, anunció la implementación de una acción ejecutiva que, bajo ciertos requisitos, brindará protección temporal contra la deportación a cerca de 5 millones de indocumentados, entre ellos padres de Dreamers y de menores ciudadanos estadunidenses.

“Es irónico que justo hoy nos manifestemos por una situación que es parte de las causas de la migración hacia Estados Unidos”, dijo Ron Gochez, profesor e integrante de Unión del Barrio. “El anuncio dado por Obama hoy es poco y llega tarde. No podemos celebrar. Exigimos legalización para todos. El pueblo merece sus derechos aquí, como el de México merece el derecho a la vida. Por eso luchamos de los dos lados de la frontera”.

-Se escucha en el Zócalo… “Si alguno de ustedes nos faltara, también lo BUSCARÍAMOS

“La revolución ya empezó”, reza la pancarta de Israel, un muchacho QUE no alcanza los 18 años de edad.

Explica: “Lo más importante era comenzar con la revolución de las conciencias, despertar como país ante la violencia de este gobierno CRIMINAL”.

Israel forma parte del contingente “Julio César Ramírez Nava” –QUE partió desde el Ángel de la Independencia a las cinco de la tarde–, integrado por padres de normalistas que emprendieron una caravana desde Guerrero para insistir en la aparición de sus hijos.

El NOMBRE de Julio César Ramírez Nava es en memoria de uno de los tres estudiantes normalistas asesinados la noche del 26 de septiembre en Iguala.

Es una de tres caravanas que partieron de distintos puntos para converger en el centro de la ciudad en una sola protesta: la presentación con vida de 43 estudiantes que le faltan al país.

Con los minutos, las voces sumaron decenas de miles de obreros, campesinos, trabajadores, sindicalistas, estudiantes, maestros, activistas, congregaciones religiosas, oficinistas, artistas, desempleados, amas de casa, indignados todos.

“No pueden desaparecer la esperanza; “Un gobierno que se corrompe no tiene más ley que su capricho; “Mamá: me fui a defender mi patria. Si no regreso, me fui con ella. 20 de noviembre. Nada que celebrar; “Vamos a desestabilizar este sistema de injusticias e impunidad; “El verdadero delincuente no es el encapuchado. Es el gobernante que desaparece y asesina al pueblo; “Qué armas más poderosas que las ideas. Ni tenemos otras ni hay mejores; “Fue el Estado; “Todos somos Ayotzinapa”.

Cada vez más fuerte, de la escalinata del Ángel se extendió el grito de “¡Fuera Peña!” por todo el Paseo de la Reforma. Se repetiría una y OTRA VEZ en la protesta.

A las 5:30 de la tarde se hicieron una vez más de la calle.

Aparecieron cientos de personas con partes del cuerpo pintadas en rojo, una bandera monumental mexicana en blanco y negro, y muchos más vestidos de negro con flores blancas y el luto en la voz.

QUE nuestra rabia se convierta en su pesadilla”, se ESCUCHÓ casi como plegaria. No eran encapuchados ni anarquistas. Era una pareja de amantes con cabellera blanca.

Dijeron que su protesta era por LOS 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, y por los seis asesinados la misma noche del 26 de septiembre. Pero era también por Atenco, Tlatlaya, Aguas Blancas, Acteal, la guardería ABC, las muertas de Juárez, el 68, y por los más de 100 mil muertos y 30 mil desparecidos.

La caravana la encabezaron los familiares de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, con pasos que no claudican.

“Los normalistas no perderemos la voz ante el miedo”, se leía en un taxi que llevaba el sistema de sonido en el toldo.

El padre de uno de ellos tomó la palabra: “Nuestro dolor no cabe en su justicia. Si alguno de ustedes nos faltara, también lo BUSCARÍAMOS.

“Como padres de familia les agradecemos su apoyo. (A NUESTROS hijos) ya nos los querían entregar muertos. Empezaron a cavar fosas. No vamos a descansar hasta que nos los entreguen”, dijo.

“A pesar de todo no nos rendimos. Les pedimos a los que creen y a los que han sentido en lo más hondo la desaparición de nuestros hijos, que se muevan. Sólo nos tenemos nosotros para exigir justicia. Como padres de familia les agradecemos”, fue la convicción de los padres.

Un joven del contingente de familiares llora, pero no se asusta: “Basta una gota de valentía para cruzar un mar de cobardía”, se le escuchó gritar.

La noche alcanzó a la primera caravana en avenida Juárez, al cruce con Reforma.

Como no había sucedido en las manifestaciones previas por esta CAUSA, los negocios se atrincheraron con rejas y maderas, reflejo de una campaña de miedo que se difundió por distintos medios.

A las 7:11 entraron miles a la Plaza de la Constitución. Los gritos se fundieron con las otras caravanas.

Se hizo un minuto de silencio por los tres normalistas “caídos”, con los puños apuntando al cielo.

Siguió un pase de lista. Del uno al 43, retumbó el clamor por justicia. “Ayotzi vive y vive”, desgarraron las voces.

-Detienen a 13 personas por violencia en Chiapas

San Cristóbal de Las Casas, Chis. La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó que luego de los actos violentos REGISTRADOS la mañana de este jueves en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, elementos del grupo interinstitucional detuvieron a 13 presuntos responsables.

De acuerdo a las investigaciones que encabeza la Fiscalía de Distrito Altos, este día un grupo de personas cubiertos con pasamontañas identificados como anarcos y quienes portando palos y piedras realizaron destrozos e incendiaron diversos establecimientos.

En un primer momento, incendiaron una sucursal de la cadena Oxxo -ubicada en el barrio de Fátima- y arribaron a una plaza comercial donde destruyeron los cristales de diversas tiendas. Además, sustrajeron artículos de valor.

Posteriormente, ingresaron a otras tres tiendas Oxxo, localizadas en la zona centro, las cuales saquearon.

También en el barrio Mexicanos y Paseo 20 de noviembre afectaron una cocina económica y una sucursal de Banorte, donde rompieron cristales y destrozaron muebles y cámaras de seguridad.

Ante ello, efectivos de la PGJE en coordinación con la SECRETARÍA de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) y la Secretaría de Seguridad Pública Municipal implementaron un operativo de reacción inmediata que permitió retomar el control de la situación y capturar a los presuntos delincuentes con el apoyo de maestros que participaban pacíficamente en una manifestación y que ayudaron a identificar a este grupo de anarcos.

Asimismo, las instancias correspondientes iniciaron la averiguación previa por LOSdelitos de pandillerismo, robo con violencia, asociación delictuosa y daños por incendio, y ordenaron el desahogo de las diligencias periciales para determinar el monto de los daños.

Por su parte, las partes afectadas acudieron ante el Ministerio Público a ratificar su denuncia tras haber sido víctimas de este grupo.

En este sentido, la Procuraduría de Chiapas dio a conocer QUE los responsables responden a los nombres de Pascual Díaz Díaz, de 22 años; ANTONIO Méndez Hernández, de 23; Juan Carlos Martínez Ayanegui, 32; Celestino Entzin Sántiz, 18; Celestino Velasco Gómez, 36; Abelardo Vázquez Cruz, 35; Marcos Girón López, 40; y Carlos López Gómez, 32.

Además, los menores Enry Asariel Velasco Pérez, de 17 años; Liliana Villalobos Moreno, de 17; Lidier David Patishtán Méndez, 16; Alejandro Ruiz Pérez, 16; y Dorian Yoseline Gómez Ruiz, 16 años.

Aplicarán la ley

Finalmente, esta dependencia estatal recordó que en Chiapas se respeta la libertad para manifestar las ideas cuando se hace de manera pacífica, pero remarcó que cuando existen actos de violencia la autoridad está obligada a llevar ante la justicia a todos los implicados para sean castigados con estricto todo el peso de la ley.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.